En el restaurante KaliSkka estamos de estreno. Acabamos de crear una nueva sección en nuestra página web: el Blog. Como aquí siempre hemos considerado la cocina un lenguaje, entendemos que esta nueva plataforma digital servirá de altavoz estimulante para seguir comunicándonos con los demás. Compartir es crecer.
Normalmente el título de cualquier proyecto suele ser la puerta de entrada de lo que uno luego se va a encontrar dentro. Nosotros hemos bautizado el Blog «The KLISK Lab» (para los castizos, el laboratorio de KaliSkka). En este caso el nombre resulta toda una declaración de intenciones, pues «The KLISK Lab» no pretende ser otra cosa que un laboratorio de ideas, una cocina virtual, experimental y creativa que refleje los gustos, las inquietudes, las realidades y las intenciones de nuestro proyecto culinario. El propósito es darnos a entender, y que nos entiendan, y por supuesto alimentarnos de vuestras opiniones.
Es el motivo por el cual el menú del Blog ha de ser entretenido y atractivo. Como dicen en el mundo de la cocina, que los ingredientes sean frescos y del día. Vamos a opinar sobre todo, sin dejarnos nada en el tintero, pues creemos que la materia prima que nos ocupa es apasionante y enriquecedora: la gastronomía. En «The KLISK Lab» hablaremos de tendencias, recetas (con alguna que otra revisión innovadora de platos autóctonos), de eventos hechos y por hacer, y sobre todo pasaremos revista a todos los temas de actualidad que graviten en torno a la cocina: comida, restauración, alimentación, salud, cultura foodie…

Pero ojo, tampoco se trata de intelectualizar la cocina. Ni mucho menos, nada más lejos de la realidad. En el restaurante KaliSkka somos de la opinión de que este oficio es más de estómago que de mente (ya puedes revestir un plato en oro, que como no esté rico no hay nada que hacer). No se trata por lo tanto de crear una enciclopedia, sino de compartir ideas, tender puentes, despertar sentidos y placeres…En definitiva, de crear una comunidad y compartir mantel con todo aquel que sienta un mínimo de sensibilidad hacia la gastronomía.
«The KLISK Lab» quiere seguir la misma línea que el restaurante: ser un punto de encuentro, un lugar donde disfrutar de la comida, un rincón acogedor que aspira a ser algo más que un espacio culinario.
El reto se presenta mayúsculo, pero como dijo aquel, quien no se comunica no existe.
¿Te apuntas?
Comentario (1)
Ignacio
Muy buena suerte en el proyecto. Si los artículos son igual de creativos que vuestros platos, seguro que triunfáis.